Beneficios de la chía

La chía es una planta de la familia de las otras salvias cuyo fruto contiene en su interior numerosas semillas diminutas, esféricas y lustrosas, de color pardo oscuro, de apenas 2 mm de ancho rica en aceites y mucílagos, ganándose el puesto entre los superalimentos al ser una excelente fuente de fibra y antioxidantes, calcio, proteínas y ácidos grasos omega 3 de origen vegetal. 

“Chía” es una palabra de origen Maya que significa “fuerza”. Es que esta civilización, junto a la Azteca, ya conocía sus atributos medicinales y sobre todo nutritivos antes de que cayera en el olvido tras la colonización europea. Por fortuna en el siglo XXI mucha gente se ha encargado de darle su merecido resurgimiento a alimentos olvidados como la Quínoa o el Amaranto. 

¿De dónde es originaria la chía?

La chía es nativa de las zonas montañosas de México,  donde se sobrevive de forma natural. Aunque su presencia es cada vez mayor en muchos de los herbolarios. Es recomendado por profesionales de la herboristería para tratar afecciones tan frecuentes como el colesterol o el estreñimiento.

Beneficios de la chía

Su aporte de fibra es quizás lo más relevante de su consumo, no sólo por su alta concentración sino por proveer tanto fibra soluble como insoluble. Se ha observado que el tipo de fibra que contiene puede contribuir con la disminución de colesterol en sangre sin alterar los triglicéridos ni el colesterol bueno.

Gracias al tipo de fibra que contiene, produce saciedad por más tiempo lo cual puede ser conveniente en pacientes con exceso de peso. Por otro lado mantener suficiente fibra en la dieta disminuye el riesgo de desarrollar cáncer en especial gástrico e intestinal.

El consumo de chía es beneficioso para el paciente diabético ya que retarda la llegada de la glucosa a la sangre y puede disminuir su absorción.

Beneficios de la chía

-Protección del corazón

Una de sus características es su elevado contenido en Omega-3. Está demostrado que incluso contienen más de estos ácidos grasos que muchos pescados. El omega 3 tiene propiedades vasodilatadoras y antiinflamatorias que ayuda en la regulación de la presión arterial y controla el colesterol en sangre disminuyendo el porcentaje de grasas nocivas LDL y aumentando las HDL. Pero debemos recordar que para aprovecharlo se debe moler o masticar las semillas.

A ello contribuye su elevado contenido en fibras y la presencia de beta-sitosteroles, unos compuestos de las plantas que resultan beneficiosos en enfermedades coronarias y frente al colesterol alto.

-Ayuda en la diabetes

En un estudio reciente, un grupo de ratas fue alimentado con una dieta alta en grasas y fructosa, mientras que un segundo grupo fue alimentado con una dieta rica en grasas, fructosa combinado con semillas y aceite de chía. El primer grupo de ratas desarrollo intolerancia a la glucosa, resistencia a la insulina y estrés oxidativo (al igual que los humanos)

Por otro lado, el otro grupo de ratas no desarrollaron estos problemas. Los investigadores concluyeron que la adición de semillas de chía ayudó a restaurar el sistema antioxidante de sus cuerpos y mejoró la tolerancia a la glucosa / insulina.

Alimento anti edad

La chía proporciona un aporte extra de energía y además gracias a su alto contenido de proteínas, aumenta la masa muscular y regenera los tejidos.

Además, el omega 3 es bueno para el sistema nervioso central, para las células y para muchos de nuestros órganos vitales, mantiene la piel brillante y nuestra piel. Debido a las propiedades antiinflamatorias del omega 3, su consumo diario reducirá notablemente el dolor de las articulaciones.

Y con solo 30 g de chía obtenemos la cantidad de calcio recomendada, un mineral indispensable para mantener la estructura ósea. También aporta Boro que ayuda a metabolizar el calcio.

Beneficios de la chía

Regula el tránsito intestinal

A causa de su alta concentración de mucílagos, un tipo de fibra soluble que crece en contacto con el agua, las semillas de chía multiplican su tamaño por diez en el tracto digestivo y que presionen las paredes intestinales.

De esa forma, el movimiento de los intestinos se estimula, mejorando el estreñimiento. A su vez, estos mucílagos crean una red viscosa que hidrata y lubrica el tubo gastrointestinal, lo que facilita la expulsión de las heces.

-Son depurativas

Las semillas de chía logran eliminar líquidos y toxinas de nuestro cuerpo, ayuda a regular la flora intestinal, previene la oxidación celular, por lo que es un gran depurador de nuestro organismo y una fuente de salud y juventud.

-Ayuda a bajar de peso

Las semillas de chía te ayudarán a encontrar tu peso ideal. Gracias a la fibra nos aportan sensación de saciedad. Además, al entrar en contacto con el agua forma una capa hipercalórica que hace que aumente de peso diez veces más dentro del estómago. Sumamos que el omega 3 ayuda a bajar el colesterol y eliminar grasas del organismo, también colabora con el tránsito intestinal y, pese a tener mucha energía en su interior, su digestión es hipercalórica debido a la gran cantidad de líquidos que capta.

Con las semillas y algunos alimentos saludables como estos, se sabe que podemos alcanzar nuestro peso ideal.

Beneficios de la chía

¿Cómo consumir chía?

Las semillas de chia son fáciles de digerir, sus nutrientes son fácil y rápidamente asimilados por el organismo. La chía comúnmente se come mezclando las semillas con agua, jugo o algún alimento líquido. Puede absorber una gran cantidad de líquido, entre 9-12 veces su volumen, en menos de 10 minutos.

Si dejas las semillas en remojo se formará un gel que puedes agregar a los batidos, mezclar con aliños de ensaladas, postres o cucharadas. Para hacer la receta del gel mezcla 1/3 de una taza de semillas más 2 tazas de agua y remueve.

Lo puedes almacenar en la nevera y utilizarlo cuando quieras. Puedes mezclar las semillas con agua y agregas el jugo de un limón y azúcar puedes hacer una bebida conocida en México y América Central como “chía fresca”.

También puedes añadirá brotes tiernos de la chia a ensaladas, son fácilmente digeribles y cargados de minerales y vitaminas. O puedes añadirlas a los cereales o lácteos, o molerlas para agregar a batidos, sopas, etc.