La leche de almendras es una bebida que se obtiene a partir de almendras molidas o la pasta de ésta y agua, colando el líquido para separar, tras la maceración, los restos sólidos del fruto. Si bien se le conoce como leche, se debe solo a su aspecto blanquecino, ya que su composición nutricional y sus aportes vitamínicos son totalmente diferentes a los de la leche de la vaca.
Este alimento se remonta desde la Edad Media, donde era ampliamente conocido, tanto por los países Europeos como Asiáticos, donde se veía en muchas de sus recetas. Sin embargo, en los últimos años se ha popularizado su consumo gracias a la difusión de sus aportes y, al ver en esta bebida vegetal una alternativa de la leche animal, se ha vuelto un “Boom” en la nutrición y todo lo relacionado.
La leche de almendra posee un alto valor nutricional gracias a su composición química que ayuda al organismo a mejorar la salud. Las vitaminas con más presencia son la vitamina B6 y E, mientras que las vitaminas B1, B2 y B3 están presentes también, en menor nivel. No contiene colesterol malo HDL y mejora los niveles de colesterol bueno LDL. Tampoco contiene lactosa al tratarse de un producto vegetal, ni gluten por lo que es apto para muchas personas intolerantes a estos ingredientes.
Los minerales que aporta la bebida de almendras son calcio, magnesio, potasio, fósforo y, en menor medida, también sodio, hierro y zinc. Por no hablar de su buena cantidad de fibra.
Otro valor relevante es su aporte lipídico, como es de esperarse de un alimento hecho a base de frutos secos. Pero no hay que demonizar estas grasas, ya que son lípidos de alto valor nutritivo, es decir, ácidos grasos monoinsaturados. Destaca su cantidad de ácido oleico, equivalente a la que se encuentra en el aceite de oliva y otros ácidos grasos poliinsaturados. Lo que la hace ideal para bajar de peso.
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Beneficios de la leche de almendras para la salud
Es baja en calorías. Sea desnatada o semidesnatada es incluso más baja que la leche animal.
Ayuda a una mejor digestión. Su alto porcentaje en fibra y antioxidantes protege las paredes intestinales. Tiene un efecto laxante y, según algunos estudios, ayuda a regular el tránsito intestinal. Otros estudios aseguran que puede ser útil para las patologías como la diarrea, gastritis y colitis
Mejoras cardiovasculares. La leche de almendras disminuye los niveles del colesterol LDL (colesterol malo) y los triglicéridos, mientras que mejora los niveles de colesterol HDL (colesterol bueno). La leche de almendras también aporta omega 3, un tipo de grasa que protege la salud del corazón
Es totalmente vegetal. Esto se traduce en que no contiene conservantes, ni aditivos ni azúcares añadidos.
Mejora el crecimiento. Es uno de los alimentos recomendables para los niños, pues su aporte de calcio ayuda fortalecer los huesos en su fase de crecimiento.
Ayuda a perder grasa. Además de tener un alto contenido en ácidos grasos monoinsaturados, los cuales contribuyen a la pérdida y control de peso, contiene un bajo índice calórico que facilita la pérdida de peso. Las almendras también son ricas en antioxidantes, lo que contribuye a la quema de grasa.
Embellece. Gracias a la presencia de grasas, la almendra es un ingrediente que se encuentra comúnmente en las cremas que ayudan a curar estrías, muy útil durante el embarazo, dándole la elasticidad y protección a la piel. Su acción reparadora e hidratante, es útil sobre todo cuando el cabello esta quemado por el sol o la polución de las ciudades.
La leche de almendras es apta para todos
Apto para celíacos. La leche de almendras es apta para quienes sufren intolerancia al gluten al estar libre de esta.
Apto para intolerantes a la lactosa. La leche de almendras tampoco contiene lactosa como todas las bebidas vegetales.
Importante: Al igual que con el gluten y la lactosa, algunos tipos de leche de almendra pueden contener, alérgenos como el cacahuate o la soja. Quienes sufren de alergias alimentarias de algún tipo deben leer atentamente la etiqueta nutricional para evitar sorpresas en la compra.
¿Cómo preparar leche de almendras?
Si bien la mayoría de las bebidas están elaborados sin gluten, sin lactosa y con niveles muy bajos de azúcar, hay algunos casos en los que hay productos con muchos azúcares añadidos y aditivos que no son recomendables. La leche de almendras no puede aportar más de 50 calorías por 100 ml. Además, se debe elegir un tipo de leche de almendras rico en vitaminas y calcio, con la intención de sustituir los valores de la leche de vaca.
El nivel de grasas saturadas debe ser bajo, ya que estos nos aseguran una buena digestión y la oportunidad para perder peso. Por estas razones no es de extrañarse que se quiera hacer en casa, para controlar estos niveles. Así que prepararla tú mismo asegurar que será mucho más saludable y ahorraras dinero, tendrás muchas vitaminas reales provenientes del contenido de las almendras y quedará más y rica y más cremosa.
- Deja remojar 1 taza de almendras durante una noche (u 8 horas al menos).
- Desecha el agua del recipiente y coloca las almendras en la licuadora, agregando de entre 2 o 4 tazas de agua dependiendo de qué tan cremosa se quiera, se puede jugar con la consistencia.
- Licua bien y cuela hasta que aparezca la leche, y cuela la mezcla a través de un colador o filtro de bebidas vegetales.
- Puedes agregar vainilla, dátil o canela para endulzar de manera natural. Esto dependerá ya de cada quien según su gusto.
No puede contener: Azúcar, Jarabe de maíz de alta fructuosa, azúcar de caña, colágeno, fructosa, colorantes, trazas, glutamato monosódico, etc. Entre menos ingredientes contenga mejor, entre menos conservantes tenga mejor.
Conservación de la leche de almendras
Refrigerado dura de 3 a 5 días aproximadamente, así que te recomiendo siempre agitar antes de tomarla. Con los residuos sólidos que colaste puedes preparar galletas, pan y hotcakes bajos en calorías.